CRISTIANISMOPRACTICO.COM.- Un tema que se plantea una y otra vez en los círculos cristianos es el tema del divorcio, que lamentablemente también forma parte de la vida de las parejas evangélicas, especialmente en los casos en que la Biblia lo legaliza, como en situaciones de violencia doméstica.
El tema generó debate en las redes sociales, luego de que el pastor Wesley Amaral, de la Iglesia Casa da Sabedoria, ubicada en Samambaia, en el Distrito Federal, afirmara que el divorcio sí puede ser una solución para los casos en que una mujer es víctima de violencia doméstica.
El divorcio y un Dios que te ama
La líder religiosa explicó que ante la falta de transformación por parte de su marido, la mujer no puede “dejarse pisotear por su marido”, sino que debe tener “posicionamiento y demostrarle a este hombre que tienes un Dios que te ama”. , que cuidan de ti y de tus hijos”.
En el contexto de la explicación, Amaral abordó la dificultad que enfrentan muchas mujeres ante el hecho de depender de sus maridos para el sustento de sus hijos y de ellas mismas. En estos casos, el pastor dijo que es necesario confiar en que Dios proveerá las medidas necesarias ante la separación.
Al violentar a su esposa abandonó su hogar
“Si él no quiere cambiar su vida, usted tiene una posición y tiene el coraje de cambiar”, dijo el pastor. Una comprensión similar también ha sido expuesta por el pastor y escritor Renato Vargens.
Según Vargens, el fundamento bíblico del divorcio en casos de violencia doméstica consiste en que la agresión, en sí misma, caracteriza el abandono por parte del marido del cuidado de su esposa, algo inaceptable a la luz de la Palabra de Dios.
“El apóstol Pablo, en I Cor 7:10-15 afirma que el cónyuge cristiano puede divorciarse siempre y cuando su marido incrédulo abandone el hogar. Dicho esto, realmente creo que los maridos que golpean a sus esposas hace tiempo que abandonaron sus hogares, dando a sus esposas las condiciones para divorciarse de los atacantes”, dijo.
Con este entendimiento también coincide el líder de la Iglesia Bautista Atitude, en Río de Janeiro, el pastor Josué Valandro Jr. En uno que escribió sobre maridos que golpeaban a sus esposas, decía que “el hecho de que algunos de ellos afirmen ser cristianos no los convierte en realidad en creyentes”.
Esto se debe, según el religioso, “sobre todo a que quienes atacan a sus esposas legitiman que, en verdad, nunca conocieron a Cristo”.