CRISTIANISMOPRACTICO.COM.- Una investigación de un año realizada por ABC News ha sacado a la luz graves acusaciones de abuso sexual infantil dentro de la iglesia cristiana conocida como 2×2. Según el informe, decenas de presuntas víctimas han denunciado abusos ocurridos en más de 30 estados de EE. UU., con alegaciones de encubrimientos sistemáticos por parte de los líderes, considera una secta.
Raymond Zwiefelhofer, un exlíder de la iglesia cristiana y empresario de tecnología en Arizona, fue declarado culpable de posesión de material de abuso sexual infantil. Fue condenado a 120 años de prisión el mes pasado por poseer 87 archivos que involucraban menores de 15 años en conductas explícitas.
Durante su audiencia de sentencia, Zwiefelhofer negó las acusaciones, declarando: “No soy culpable. Quisiera saber cómo el jurado concluyó que lo hice intencionalmente”.
Denuncias encubres abusos dentro de la iglesia cristiana

Cortesía de Cherie Kropp-Ehrig
La iglesia cristiana 2×2, conocida por su secretismo, organiza sus servicios religiosos en hogares de miembros, lo que, según investigadores, crea un ambiente propicio para el abuso. Cynthia Liles, investigadora privada que colabora con el FBI, señaló que ha reportado más de mil casos de abuso y agresión sexual dentro de esta comunidad. “El problema del abuso sexual infantil en la iglesia 2×2 es sistémico”, afirmó.
Liles y exmiembros de la iglesia cristiana aseguran que los líderes de la organización solían trasladar a los presuntos abusadores a otros estados en lugar de reportar los delitos a las autoridades. Sin una estructura jerárquica definida, los supervisores niegan la existencia de un problema generalizado, aunque el FBI anunció en febrero una investigación a nivel mundial e instó a las víctimas a presentarse con información.
El alcance del problema
El agente especial Eugene Kowel, encargado de la investigación, aseguró que el FBI seguirá el caso hasta sus últimas consecuencias. “No nos detenemos con un arresto inicial. Seguimos la evidencia a donde nos lleve”, afirmó.
Mientras tanto, las víctimas y activistas esperan que más arrestos y condenas se produzcan en el futuro. Según Liles, Zwiefelhofer podría ser solo uno de miles de casos. “Estamos recibiendo informes de abuso desde los niveles más altos de liderazgo hasta miembros regulares”, explicó.
Este caso pone de relieve la urgencia de investigar comunidades cristianas cerradas y garantizar justicia para las víctimas, muchas de las cuales han sufrido en silencio durante años.