CRISTIANISMOPRACTICO.COM.- En los últimos años, un número creciente de jóvenes en Estados Unidos, especialmente hombres, ha comenzado a abandonar las iglesias protestantes tradicionales para unirse a la Iglesia Ortodoxa. Este movimiento se atribuye a la búsqueda de una fe más tradicional, estructurada y estable, en contraste con las prácticas más contemporáneas de otras denominaciones.
Historias personales de conversión de jovénes
Ben Christenson, de 27 años y originario de Fairfax, Virginia, creció en la Iglesia Anglicana, asistiendo regularmente a los servicios dominicales y participando en actividades religiosas. Sin embargo, con el tiempo, percibió cambios significativos en su congregación, como la sustitución del coro tradicional por bandas de adoración y modificaciones en posturas sobre temas sociales.
Estos cambios lo llevaron a buscar una expresión de fe más constante, encontrando en la Ortodoxia la estabilidad que anhelaba.
De manera similar, Elijah Wee Sit, un joven de 17 años de Toronto, criado en una familia evangélica, se sintió atraído por la Iglesia Ortodoxa debido a su enfoque tradicional y disciplinado. Él valora especialmente los rituales y la estructura que ofrece esta denominación, considerándola una respuesta a la naturaleza emocional de los servicios evangélicos modernos.
Estadísticas que reflejan una tendencia
Una encuesta reciente reveló que las parroquias ortodoxas en Estados Unidos experimentaron un aumento del 78% en conversiones en 2022, en comparación con los niveles previos a la pandemia en 2019. Históricamente, las conversiones se distribuían equitativamente entre hombres y mujeres; sin embargo, desde 2020, se ha observado una predominancia masculina en este fenómeno.
Factores que impulsan el cambio
Líderes religiosos señalan que la «feminización» de algunas formas de culto en otras denominaciones ha llevado a que los hombres busquen alternativas más tradicionales y estructuradas. La influencia de figuras públicas y el acceso a información en línea también han desempeñado un papel crucial en este cambio, ofreciendo a los jóvenes una visión de la Ortodoxia como una fe inmutable y desafiante que contrasta con las prácticas contemporáneas de otras iglesias.
Una búsqueda de estabilidad en tiempos de cambio
En un mundo caracterizado por constantes transformaciones culturales y sociales, estos jóvenes encuentran en la Iglesia Ortodoxa una sensación de continuidad y compromiso.
La adherencia a rituales antiguos y la resistencia al cambio doctrinal proporcionan un refugio para quienes buscan una experiencia religiosa profunda y constante.